Cuando pinto de manera abstracta lo hago sin referencia previa, muchas veces de manera automática. No sin saber qué hago. Si dejándome llevar.
Cuando pinto de manera figurativa intento fluir, pero me marca el motivo el camino a seguir. Si es un paisaje necesito estar allí y sentir la pulsión de la naturaleza, de la luz, del aire, el color, las sombras, las luces y el palpito de la vida que, representada en el lienzo, es la finalidad del proceso de creación.
En la abstracción el proceso es el juego de la estética, de la forma, del ritmo, el color y la textura, etc..  No es que tenga diferencias conceptuales profundas con la figuración, pero si hay una relación mayor con un proceso intuitivo, calificado como «pintura-pintura».
Podríamos citar a Kandinsky, cuando asegura existir una relación estrecha entre la música y la pintura abstracta, al ser la primera la forma más directa de transmisión de sentimientos como lenguaje artístico y la abstracción querer ocupar ese puesto.

Entonces… ¿La figuración como relación con la naturaleza y con la realidad, se separa de la creación musical? Habría qué preguntar a los músicos si se sienten más cercanos a lo figurativo o a lo abstracto en su sensibilidad artística.