Acuarela y Almería
Llegué a Almería con el deseo de practicar con acuarela al natural. Una playa solitaria y tranquila, cercana a Mojácar (con chiringuito cercano) me pareció perfecta para montar el campamento. Coloque el caballete y la sombrilla, recordando los ensayos realizados con esta técnica en mi taller en fechas anteriores, con conceptos abstractos, siguiendo la línea de mis últimas obras, cercanas a conceptos de los pintores de la segunda vanguardia, Pollock, Kline, Alechinsky, Saura, Tapies, Lucio Muñoz, etc., etc. Generalmente, utilizo acrílico, óleo y otras técnicas, que te permiten rectificar y cambiar elementos. Es el proceso de hacer y deshacer que enriquece la obra con distintas capas, permitiéndote investigar sin la preocupación de estropear lo realizado. Sin embargo, una técnica tan sutil y delicada como la acuarela pide ser más preciso. Curiosamente, muchas de las obras más conocidas de los primeros pintores abstractos son acuarelas. Kandinsky, Klee y otros maestros de las primeras vanguardias la utilizaban, posiblemente por su comodidad. Fácil de llevar, permite tenerla a mano y anotar ideas, composiciones, colore, para más tarde trabajar en el taller. Pero la acuarela tiene su propia naturaleza y pide ser considerada al mismo nivel que las demás técnicas.
Pintar al aire libre, recordando tiempos pasados, por ejemplo esas becas que disfrutamos con nuestro profesor José Sánchez-Carralero, que compartimos con gran número de compañeros, venidos de muchos lugares distintos. El paisaje me atrajo con fuerza y elegí ese camino, que me daría muchas satisfacciones. Posiblemente, más del 50% de mi producción sea figurativa y paisaje del natural, siempre con un concepto de subjetivación influido por conceptos impresionistas, postimpresionistas, expresionistas o fauves, o un cierto cubismo o síntesis geométrica. Como pensaba Cézanne, había que ordenar el paisaje, eligiendo aquellos que nos interesa para la composición. La luz en el natural en el paisaje cambia continuamente, por lo tanto, hay que ser muy rápido, tener claro lo que quieres y plasmarlo con energía y contundencia. Pintores como Monet, en que la atmósfera y el color era fundamental, indicaban otro camino distinto. La estructura y el orden nos lleva al cubismo y a la abstracción geométrica, mientras el color y la atmósfera a una pintura más gestual y de sensaciones
Mi intención cuando pintaba en el paisaje era sentir lo mismo que los pintores que trabajaban al aire libre o plein air. Recuerdo como era habitual que, después de toda una sesión de mañana y tarde, justo al final del día, cuando se supone que tienes la mano más acertada, entraban las esperadas últimas luces con esos colores tan vivos y rotundos que te llevaban casi a un éxtasis expresionista. La rotundidad del óleo o del acrílico te permitía captar ese último efecto con toda su potencia.
En Almería he intentado transmitir esas sensaciones con la acuarela. La dificultad de manejar una técnica que no te permite errores es un reto